Saturday, September 8, 2012

AMBIENTE BRILLANTE Y RUIDOSO DE LOS RESTAURANTES HACE QUE SE COMA MÁS



ASÍ LO REVELÓ UN ESTUDIO REALIZADO POR CIENTÍFICOS DE LA UNIVERSIDAD DE CORNELL, EN NUEVA YORK.


Con el fin de analizar la relación entre el ambiente de los lugares donde la gente consume comida rápida con el número de calorías que consume, el profesor Brian Wansink y su equipo decidieron realizar un experimento.

Básicamente consistía en convertir la mitad de un reconocido restaurante de comida rápida en Illinois (Estados Unidos) en un establecimiento de ‘alimentación refinada’, con luces a media luz y música instrumental de jazz a volumen bajo.


La otra mitad, en cambio, tenía decoración amarilla y roja, luces brillantes, música de rock a volumen alto y prisa. El objetivo era ver cómo se comportaban los asistentes según sus diferentes experiencias.La conclusión fue que en un restaurante más refinado y tranquilo la gente come menos. De hecho, el estudio, publicado en ‘Psychological Reports’, encontró que los individuos consumieron, en promedio, 175 calorías menos en el ambiente sosegado.Este hallazgo pone en entredicho la creencia de que en un restaurante refinado la gente come más porque la atmósfera les permite quedarse más tiempo que en un establecimiento de comida rápida.

A lo que apunta, en cambio es a que 
la atmósfera tranquila hace que la gente pase más tiempo disfrutando su comida, coma más lento y, por tanto, coma menos.

Estudios anteriores ya habían mostrado que las luces brillantes y los colores rojo y amarillo también pueden crear una atmósfera frenética que hace que un individuo coma más y más rápidamente. Este estudio asegura que lo mismo se puede lograr poniendo música de rock.

Pero eso no es todo. Otra conclusión del estudio fue que la gente que gasta más en un restaurante no necesariamente es la que come más. De hecho, las personas que estaban en el área refinada pidieron más alimentos –por ejemplo, un postre-, pero consumieron menos calorías, pues comieron más lentamente y reconocieron cuándo estaban satisfechos.

Para los autores del estudio, la principal lección que deben aprender los restaurantes es que “suavizar las luces y la música de los establecimientos conduce a que la gente coma menos, goce más su comida y gaste exactamente el mismo dinero".