Wednesday, April 2, 2014

La borraja posee antioxidantes, mejora la hipertensión, gota, trastornos gástricos o infecciones respiratorias.

 

La borraja, borago officinalis L., es una planta humilde y poco conocida de la Europa mediterránea. 

Esta planta crece silvestre en muchos lugares de tierras fértiles y húmedas, en los bordes de las carreteras, en las laderas de las montañas… y se reconoce con facilidad por los pelillos que cubren sus tallos y sus hojas, así como por las flores de color azul, rosado o blanco que forma la planta.


El nombre de borraja, según algunos historiadores, deriva del vocablo latín borra, que significa “pelo”, por la cantidad de pelillos que cubre toda la planta. Otros autores afirman, sin embargo, que el nombre de esta verdura procede del árabe abu rash, que significa “padre del sudor”, en referencia a las propiedades sudoríficas de la planta, en particular de sus flores.


Los antiguos fitoterapeutas que basaban sus remedios curativos en los vegetales, recomendaban las flores de borraja como ayuda eficaz en enfermedades que producían fiebre por su reconocido efecto sudorífico y depurativo. Sus flores se empleaban por su efecto cromático, además de por sus propiedades medicinales, como ingrediente de ensaladas.


En la actualidad, en países como Francia e Italia la borraja se considera una verdura de lujo y los platos donde es protagonista se presentan como una auténtica especialidad en restaurantes de prestigio. Sin embargo, en la mayor parte de España es una verdura desconocida. En la zona norte, la ribera del Ebro a su paso por Navarra y Aragón concentra regadíos dedicados al cultivo de borraja. En la provincia de Zaragoza la extensión del regadío dedicada a su producción supone un 75% y en Navarra representa el 25% del total nacional, por delante de Huesca y Teruel. También son muchas las familias que siembran borraja en sus huertos para consumo propio.


SU MEJOR ÉPOCA


A pesar del origen mediterráneo de la borraja, son pocas las provincias de España donde se cultiva y donde se consume como cualquier otra verdura. En la zona norte de España es una verdura muy recurrida en invierno.


De su composición vitamínica es apreciable su aporte de vitamina C y de pro-vitamina A (beta-caroteno), ambas de reconocida acción antioxidante. El beta-caroteno es un pigmento natural que confiere el color amarillo-anaranjado-rojizo a los vegetales y que el organismo transforma en vitamina A en función de sus necesidades. En el caso de la borraja, el beta-caroteno está enmascarado por la clorofila, pigmento más abundante. 

La vitamina A o retinol contribuye al mantenimiento y reparación de los tejidos corporales, favorece la resistencia a las infecciones, es necesaria para el correcto desarrollo del sistema nervioso y para la visión e interviene en el crecimiento. 

También participa en la elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. Además, es reconocida por su acción antioxidante, al igual que la vitamina C. Ésta última interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos, además de favorecer la resistencia a las infecciones y la absorción de ciertos nutrientes de los alimentos (hierro, ácido fólico y ciertos aminoácidos).


En la borraja destaca el potasio, el calcio, el sodio y el hierro, además de cantidades discretas de magnesio, zinc y fósforo.  El potasio interviene en la transmisión y generación del impulso nervioso, en el funcionamiento de la actividad muscular normal, así como en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.


La planta contiene mucílagos, un tipo de fibra, y significativas cantidades de flavonoides y taninos, sustancias responsables de diversas propiedades medicinales de la borraja.


En los manuales de fitoterapia se recomienda el empleo de las flores, de las hojas y del aceite de las semillas de borraja como remedio de diversas dolencias. Pese a sus interesantes cualidades diuréticas, sudoríficas y depurativas, la borraja es una verdura poco conocida y consumida.




Potente diurética y laxante suave


Su riqueza en sales de potasio, junto con los flavonoides y taninos, le confieren a la borraja su carácter diurético y sudorífico. Favorece la producción y eliminación de la orina, por lo que resulta aconsejable para quienes padecen hipertensión arterial, retención de líquidos, hiperuricemia, gota, quienes tienen tendencia a formar cálculos renales y en caso de oliguria (producción escasa de orina). Además, su consumo produce un ligero efecto laxante por la fibra, lo que resulta beneficioso en caso de estreñimiento.


La borraja puede hervirse y tomarse como verdura. El caldo resultante de la cocción es un buen diurético y conserva todo el sabor de la planta.


Eficaz sudorífico


Por su abundancia en mucílagos, un tipo de fibra con acción emoliente, el consumo de borraja está recomendado para quienes sufren trastornos gástricos, estómago delicado, gastritis, etc.


También resulta beneficioso en infecciones respiratorias de las vías altas como resfriados y catarros, ya que suaviza las mucosas, facilita la expectoración y aumenta la transpiración o producción de calor (acción sudorífica). Por ello está indicada como depurativo en enfermedades infecciosas y febriles (sarampión, varicela) y de las vías respiratorias (tos, resfriado, gripe, bronquitis, faringitis), si bien la acción sudorífica es más intensa en las flores que se utilizan en infusión.


Prevención de enfermedades


El beta-caroteno o provitamina A destaca en la composición de la borraja, lo que la convierte en una verdura recomendada para quienes tienen un mayor riesgo de sufrir carencias de vitamina A. En este grupo se hallan quienes siguen dietas bajas en grasa o personas cuyas necesidades nutritivas están aumentadas por distintas razones: periodos de crecimiento, embarazo y lactancia, tabaquismo, alcoholismo, empleo de anticonceptivos orales y de diuréticos, estrés, defensas disminuidas, actividad física intensa, cáncer y Sida o enfermedades inflamatorias crónicas. 

Además, la disponibilidad de beta-caroteno aumenta con la cocción, por lo que la borraja cocida, una forma habitual de consumirla, sigue siendo buena fuente de esta provitamina. No ocurre lo mismo con la vitamina C, también presente en la borraja, cuya concentración se reduce por la exposición al aire, a la luz o al calor. La provitamina A y la vitamina son antioxidantes y su aporte adecuado contribuye a neutralizar la acción dañina de los radicales libres, sustancias implicadas en el desarrollo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y cáncer. 

El consumo de alimentos ricos en provitamina o vitamina A también se aconseja a personas propensas a padecer infecciones respiratorias (faringitis, laringitis o bronquitis), problemas oculares (fotofobia, sequedad o ceguera nocturna) o con la piel seca y escamosa.

Potencia nuestro sistema de defensas


En las últimas décadas se han acumulado pruebas que avalan la existencia de una serie de acciones biológicas de los carotenoides entre las que se incluyen efectos beneficiosos sobre el sistema inmunológico o de defensas. De esta forma, estas sustancias se alzan como un importante apoyo para aliviar enfermedades carenciales y situaciones patológicas.


Regula la función intestinal


Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre) en las personas que tienen diabetes.


Exceso de peso


La borraja, una de las verduras de menos valor energético, tiene un hueco especial en la dieta de quienes siguen dietas de adelgazamiento, siempre que se cocine con poca grasa.


Curiosidades


El aceite que se extrae de las semillas de la borraja destaca por su riqueza en ácido gamma-linolénico, precursor de prostaglandinas y tromboxanos. Estas sustancias resultan imprescindibles para regular diversos procesos metabólicos como la dilatación de vasos sanguíneos, la reducción de la presión arterial, la inhibición de la agregación plaquetaria, así como la regulación del sistema hormonal y del metabolismo general.


Por sus numerosos efectos positivos, el aceite de borraja se utiliza en el área médica como coadyuvante en la prevención de ciertas afecciones: hipertensión, hipercolesterolemia, dismenorrea y riesgo cardiovascular (arteriosclerosis, trombosis), entre otras.

Fuente: ecoagricultor.com