Friday, July 25, 2014

El dolor crónico Cuando la causa es psicosomática

 

Cuando una persona padece dolor crónico, en muchos casos no existe una causa clara que pueda explicarlo. 

Cuando esto sucede, existen muchas probabilidades de que se trate de un síndrome de miositis por tensión, según explica en doctor John E. Sarno, profesor de la Universidad de Medicina de Nueva York.

El doctor John E. Sarno, afirma que el dolor es, en estos casos, un sustituto de emociones inconscientes desagradables. Es decir, nuestro propio inconsciente rechaza y reprime determinadas emociones, produciendo un dolor físico real en su lugar, como un modo de distraer la atención, que queda centrada en el dolor físico en vez de en el dolor emocional. Esto sucede porque algunas de las emociones que una persona siente se consideran demasiado peligrosas o dolorosas como para sentirlas conscientemente, o bien se consideran demasiado insoportables como para poder ser experimentadas.

La emoción que con mayor frecuencia suele ser responsable del dolor físico es la ira, seguida de la tristeza y el dolor emocional. Tu mente inconsciente considera que la expresión abierta de esa ira que sientes arruinará por completo tu vida.

Síndrome de miositis por tensión

El doctor Sarno habla del síndrome de miositis por tensión para referirse al que considera el trastorno psicosomático más frecuente.

Este síndrome se produce como consecuencia de una reducción del aporte sanguíneo en los músculos, tendones y nervios de determinadas partes del cuerpo, lo que produce una deprivación de oxígeno, causando principalmente dolor y otros síntomas que dependerán de cuál sea la parte del cuerpo afectada.
Con frecuencia, la parte del cuerpo que se ve afectada es alguna para la cual tenemos alguna excusa o explicación que nos permita concluir que el origen es físico. 

Por ejemplo, si juegas al tenis con frecuencia, el dolor puede empezar en el codo, de manera que llegarás a la conclusión de que te has provocado algún daño mientras jugabas al tenis, cuando lo cierto es que tu mente inconsciente ha aprovechado esta excusa para provocar el dolor que necesita para mantenerte distraído y alejado del verdadero problema; es decir, la ira o el dolor emocional reprimido.

Cuando algún tipo de tratamiento, por ejemplo, una intervención quirúrgica, logra neutralizar ese dolor, tarde o temprano acaba apareciendo en otro lugar, pues no se ha tratado la verdadera causa.

Las partes del cuerpo que se suelen ver afectadas con más frecuencia por este síndrome son el cuello, los hombros, la espalda y los glúteos.
Por lo general, los médicos atribuyen el dolor a alguna anormalidad estructural existente. Sin embargo, la mayoría de esas anormalidades no son causantes del dolor, pues son muy comunes en la mayoría de las personas sin que produzcan ningún tipo de problema.

De dónde proceden estas emociones reprimidas

Estas emociones pueden tener un origen diverso:
  • En la infancia, los niños pueden ser víctima de abuso emocional, físico o sexual, o bien no reciben un cuidado y cariño apropiado, son tratados con negligencia, etc. Esto genera una ira intensa que es considerada peligrosa y, por tanto, reprimida, permaneciendo en el inconsciente incluso hasta la edad adulta.
  • Los sentimientos de inferioridad son, según el doctor Sarno, una de las causas principales de enfermedades psicosomáticas, pues son la fuente de una intensa presión para ser perfectos y demostrar al mundo que somos valiosos y no inferiores. Existe una fuerte conexión entre el perfeccionismo y el síndrome de miositis por tensión, así como la tendencia a ser amable y bueno con todos y quedar bien en todo momento.
  • Nuestra mente más primitiva está en conflicto con nuestra mente más responsable y moral. La mente primita es narcisista, irresponsable y dependiente y reacciona ante las presiones de la vida con ira. No puede soportar las presiones para ser bueno, perfecto o cuidar de otros. El doctor Sarno pone como ejemplo a los padres de un recién nacido especialmente difícil, que llora y los despierta con frecuencia durante la noche. En su mente consciente, están agotados y preocupados. En su inconsciente, se sienten furiosos con el bebé.
  • Las presiones de la vida. Es el estrés al que una persona puede estar sometida en su vida diaria y que puede proceder de diversas fuentes, como trabajo, familia, pareja, finanzas, etc.
En qué consiste el tratamiento

Según el doctor Sarno, el principal elemento para librarse del dolor consiste en saber y aceptar que se trata de un síndrome de miositis por tensión; es decir, que es de origen psicosomático y que tu propio inconsciente está produciendo el dolor físico para protegerte del dolor emocional. La aceptación de esa idea es esencial para la curación, así como el rechazo de que hay una causa física para el dolor.

También es importante reconocer que el dolor es una reacción a un estado emocional y que la tendencia a tener este tipo de reacciones físicas es universal y una parte normal de la vida diaria.
A partir de este momento, tu mente inconsciente no puede seguir engañándote y haciéndote creer que tienes algo físico, y el síntoma (el dolor) deja de ser de utilidad, pues tu atención deja de centrarse en lo físico para pasar a centrarse en lo psicológico.

Una vez informadas, estas personas empiezan a centrar su atención en las principales causas del síndrome (la rabia procedente de la autoexigencia de ser perfecto, la ira procedente de ciertas presiones externas, emociones como culpa, miedo, inseguridad, etc.)

En muchos casos, esto puede ser suficiente para acabar con el dolor, mientras que en otros casos será necesaria también una psicoterapia para tratar los problemas emocionales subyacentes.